Aqui estoy a peticion de los que no querian que se les llenes su muro de cosas que no les importaba...mi fb es www.facebook.com/anibal11
viernes, 30 de agosto de 2013
viernes, 23 de agosto de 2013
domingo, 18 de agosto de 2013
viernes, 16 de agosto de 2013
La lellenda de Guillermo Tell
La leyenda de Guillermo Tell
Todo esto sucedió hace como unos seiscientos años. Los suizos sufrían muchísimo por culpa del tirano Gessler, el Gobernador.
- Cada habitante de este pueblo deberá inclinarse y hacer una reverencia ante aquel poste – les comunicó un día un soldado... Y señaló un poste de madera en el centro de la plaza. En lo alto del poste había un gorro que representaba a Gessler.
- Los que no hagan la reverencia serán juzgados por falta de respeto a la autoridad – añadió el soldado, y troc, troc, troc, se fue en su caballo.
Los habitantes del pueblo sentían en sus estómagos una especie de espuma fría, algo llamado rabia... ¿Y si desobedecían y se negaban a hacer la reverencia? No, ni pensarlo. Los desobedientes eran juzgados, encerrados en mazmorras tan oscuras que la noche sentía miedo de entrar en ellas; luego eran torturados hasta que obedecieran...
Fue en esos días que el nombre de Guillermo Tell empezó a escucharse. Primero fue un susurro lleno de, nerviosismo, luego fue un grito... se decía que Guillermo Tell era un leñador que había reunido un ejército de hombres. Se decía que estaba peleando contra los soldados de Gessler, en pueblos remotos y olvidados. Se decía que tenía la mejor puntería en toda Suiza, y que una flecha suya podía darle a una mosca justo entre los ojos. Todo eso se decía.
Pero su fama llegó a oídos del tirano y Guillermo Tell fue apresado, junto con su pequeño hijo. Los soldados de Gessler le dijeron que hiciera la reverencia ante el poste, pero él se negó.
- Sólo le debo respeto a la libertad – Afirmó mirando a los soldados a los ojos.
- Ya que amas tanto la libertad, te propongo algo – Dijo el sonriente Gessler, mordisqueando una manzana- si eres capaz de atravesar esta manzana desde una distancia de cincuenta pasos, serás libre.
- Sólo le debo respeto a la libertad – Afirmó mirando a los soldados a los ojos.
- Ya que amas tanto la libertad, te propongo algo – Dijo el sonriente Gessler, mordisqueando una manzana- si eres capaz de atravesar esta manzana desde una distancia de cincuenta pasos, serás libre.
Guillermo, manteniendo su dignidad, aceptó. Entonces, Gessler mandó a traer a su hijo. Lo puso contra un árbol y colocó la manzana sobre su cabeza.
- ¡Eso no era parte del trato! – gritó Guillermo, indignado .Si su puntería fallaba, podía matar a su propio hijo.
- Ánimo papá. Si aciertas seremos libres – dijo el pequeño. Y él mismo acomodó la manzana sobre su cabeza.
Los soldados de Gessler llevaron a Guillermo a cincuenta pasos de distancia y le ordenaron que dispare. Entonces, Guillermo Tell preparó dos flechas. La segunda sería para Gessler, en caso de fallar...Tratando de dominar su temor, tensó el arco. Su hijo le sonreía. Apuntó al centro de la manzana Y ¡zas!, disparó. La flecha recorrió el aire Y ¡plum!, se incrustó en la manzana.
La multitud que estaba allí reunida estalló en gritos de júbilo. Ni el mismo Gessler podía creerlo... Así Guillermo Tell consiguió su libertad.
Leyenda tradicional suiza
http://literaturauniversal.carpetapedagogica.com/2013/03/la-leyenda-de-guillermo-tell.html
miércoles, 7 de agosto de 2013
FOTOGALERÍASPIJAMASURF TV el control de la mente sobre el cuerpo: 10 impresionantes ejemplos
Mente, cuerpo y materia guardan una relación más estrecha de la que se nos ha hecho creer por siglos en Occidente, un vínculo íntimo, simbiótico, que en ocasiones genera fenómenos que creeríamos increíbles.
En Occidente es usual que consideremos a la mente separada del resto del cuerpo, esa cárcel que la mantiene atada al cieno del mundo, impidiéndole la libertad que supuestamente tiene destinada, pero lejos de esa carcasa de carne finita.
Dicha disociación se ha sostenido y reproducido por siglos, en diversos ámbitos del pensamiento que influyen marcadamente en eso que consideramos “nuestras” propias ideas, teniendo como resultado, entre muchos otros, que usualmente consideremos que mente y materia no guardan ningún tipo de relación entre sí, que entre ellas la mutualidad o la reciprocidad son imposibles y que ambas van por caminos separados, cada una con sus propios procesos y maneras.
Esto, sin embargo, no es cierto. Según enseñan otros modelos de pensamiento (y demuestran los ejemplos que compartiremos a continuación), el vínculo entre ambas es más estrecho de lo que creemos, una simbiosis que nos parece misteriosa o increíble solo porque estamos habituados a considerarla en esos términos.
10. Secado de mantas
En este experimento, un grupo de monjes tibetanos permitieron que físicos de la universidad de Harvardmonitorearan su actividad corporal al tiempo que practicaban una técnica de yoga de meditación conocida como “g Tum-mo”. Los monjes fueron cubiertos con mantas humedecidas en agua fría (9.4 °C) y llevados a una habitación con una temperatura de 4.5 °C. El objetivo era mostrar hasta qué punto la concentración de los monjes iría por encima de las condiciones exteriores, las cuales llevarían a otras personas a un estado cercano a la hipotermia (con la evidente inconformidad que esto supone). Pero no en los monjes, quienes fueron capaces de elevar su temperatura corporal al grado de que en una hora las telas que llevaban encima estaban secas.
9. Trastorno de personalidad múltiple
El Trastorno de personalidad múltiple, también conocido como Trastorno de identidad disociativo, es un desequilibrio psicológico por el cual una persona desarrolla conductas que se creerían de identidades distintas, un mosaico de comportamientos que hacen creer que un mismo individuo existen varios que se intercambian y se turnan para mostrarse ante el mundo.
En uno de los estudios que se han hecho al respecto, investigadores y médicos del Rush-Presbyterian-St. Luke’s Medical Center de Chicago notaron que un mismo medicamento genera distintas reacciones dependiendo de la “personalidad” del paciente que lo tome. Si, por ejemplo, el paciente se encuentra en su personalidad de niño, un tranquilizante lo relaja y lo adormece, pero si está en su personalidad de adulto, la misma droga lo hace sentir ansioso y confundido.
8. Efecto placebo
El efecto placebo es probablemente uno de los ejemplos más populares de la relación existente entre el cuerpo y la mente. Numerosos estudios y aun la experiencia cotidiana han comprobado su realidad: una persona toma una sustancia que cree que la curará y, en efecto, se cura, aunque la sustancia en sí fuera incapaz de generar tal efecto, solo que a veces el pensamiento sí tiene dicha capacidad.
domingo, 4 de agosto de 2013
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