Por Iliana Fuentes Lugo /iliana.fuentes@elnuevodia.com
A sus 17 años, dos de las mayores preocupaciones de Luis Rivera son la erosión de las costas y la protección del medioambiente. Para convertirse en parte de la solución de esos problemas que tanto le inquietan, participa desde hace cuatro años de un programa de reforestación del mangle rojo en la Laguna del Condado.
Rivera, como miembro del Concilio de Puerto Rico de los Niños Escucha de América, ha participado de múltiples limpiezas de playas y otros proyectos relacionados con el medioambiente desde que tenía 5 años. A través de esas actividades, dice, ha desarrollado una conciencia ambiental que lo llevó a comprender que necesitaba hacer mucho más.
“En Puerto Rico, lamentablemente, está ocurriendo mucho el problema de la erosión de las costas”, explica Rivera sobre su motivación para trabajar en la laguna. Dice que, en 2008, cuando comenzó a investigar sobre la sedimentación de las costas, se dio cuenta que la reconstrucción del Puente Dos Hermanos, en la entrada de ese cuerpo de agua, aceleraba la erosión.
“Yo investigué porque me hablaron del programa del Estuario de la Bahía de San Juan, y me gustó y me hice voluntario”, cuenta, mientras recuerda que para la siembra de 317 plántulas de mangle rojo lideró a 14 miembros de su tropa, la 572 de la Iglesia Bautista de Carolina.
Esto comenzó como un esfuerzo de Rivera para obtener una medalla de los Niños Escucha de conservación de suelos y agua. Pero, de una meta personal, el proyecto se convirtió para él en un compromiso continuo para evitar la erosión de la Laguna del Condado, mejorar la calidad del agua y ayudar a crear un hábitat para múltiples especies marinas.
Eso llevó a este carolinense a obtener el William T. Hornaday Conservation Award Badge, que otorga cada año la organización de Niños Escucha de América a un joven de Estados Unidos y Puerto Rico por la creación de un proyecto que tenga repercusiones positivas en el medioambiente.
La investigación, la acción y el seguimiento que le ha dado a los 202 mangles que sobreviven han sido solo el inicio, ya que, insiste, los beneficios de la iniciativa son muchos más que el aumento del número de arbustos en la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario