lunes, 21 de mayo de 2012

El legendario palacio del Caribe que nadie visita

Es una de las más destacadas atracciones en el hemisferio occidental, pero el Palacio Sans-Souci en el norte de Haití es rara vez visitado por extranjeros.Décadas de inestabilidad política y falta de respeto a ley, o ausencia de ella, han hecho que Haití sea evitado por turistas.Pero la historia del extenso complejo palaciego, cuyo nombre significa "sin preocupación", me ha fascinado por más de 40 años.Fue el hogar del primer monarca independiente de Haití, Henri I, también conocido como Henri Christophe.
Henri Christophe fue uno de las más prominentes figuras de la revolución de esclavos de 1791-1804.
El fin del control francés significó que la colonia de Santo Domingo, renombrada Haití por su nombre originario taíno. Se convirtió en la primera nación independiente del mundo liderada por negros.
Pero después de la independencia Haití se dividió en dos. Henri Cristophe se embarcó en la construcción de su palacio en 1810 y un año después se declaró a sí mismo rey en el norte del país. Su amada se convirtió en la reina Marie-Louise.

El palacio tiene vista a la capilla de Milot, donde Henri I fue coronado.Sans-Souci se terminó de construir en 1813, costándole la vida a cientos, quizás miles de trabajadores.En unas recientes vacaciones en la vecina República Dominicana, que comparte la isla La Española con Haití, vi que era una oportunidad demasiado buena de ver las ruinas como para desaprovecharla.Me preguntaba si mi hija de 12 años, Isabel, compartiría mi fascinación con la historia.Supe por primera vez del palacio cuando tenía más o menos su edad, cautivado por una obra sobre el rey Henri I interpretada por una moderna compañía de teatro francesa.
Como no hay excursiones organizadas a Haití desde la República Dominicana, y se encuentran muy pocos conductores de taxis dispuestos a correr el riesgo, no queda otra que encontrar alguien dispuesto a cruzar la frontera y que tenga un vehículo apropiado en Santo Domingo.Costó, pero finalmente ese hombre, José, se materializó.SEGUIR LEYENDO MAS.

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