miércoles, 26 de marzo de 2014

Iconos Medievales : El silencioso ataque del malvado caracol


Desconcierto. Esa fue la primera sensación que me produjo la escena que encabeza estas líneas. La imagen* que forma parte de los fondos conservados en la danesa biblioteca Kongelige, lejos de provocar indiferencia, produce cierta perplejidad y mucha curiosidad.

¿Cuál podría ser el significado de una secuencia en la que un caballero, que deja caer su espada, pelea contra un caracolito de apariencia inocente mientras una dama se parapeta tras un cestillo con el que pretende frenar los embistes de un macho cabrío?

Al observarla desde un estricto sentido literal, la ilustración danesa podría parecer uno de los antecedentes más madrugadores del surrealismo más delirante que se les ocurra a esta hora. Sin embargo, en la iconografía de la Edad Media, como en la vida, las cosas no siempre son lo que parecen. Casi nunca la verdad es tan cierta como lo que simula ser. 

Gorleston Psalter
Así que en esta imagen fabulosa y fabulada ni el caballero es un guerrero imbatible, ni la espada puede con todos los rivales, tampoco el caracol es un hermafrodita débil, ni la dama parece segura de querer esquivar los topetazos de la bestia cornuda si en su defensa utiliza un cestito de paja. 

Aunque el caracol fue bien querido por los griegos, en la mayoría de culturas y épocas es considerado un animalillo despreciable por su lentitud. Con cierta frecuencia fue representado en los manuscritos iluminados de la Francia de finales del siglo XIII, en los que se batía cara a cara con caballeros armados a pie o sobre su montura. A pesar de la desigualdad en la pelea, el gasterópodo fue considerado un ser débil, miedoso e incluso cobarde. 

Livres du Tresor


Rutland Psalter






Por sus características morfológicas, el caracol también fue relacionado con los genitales femeninos, una vinculación que procede del pasado romano. 



Sin embargo, el tercer significado que el profesor de la Universidad de Valencia Jerónimo Méndez Cabrera recoge en un pequeño ensayo sobre la representación medieval del falo quizá sea el que responda al desconcierto que citaba al principio.
Livres du Tresor

Méndez Cabrera sostiene que en los textos satíricos del siglo XV en Valencia el caracol, por su lentitud, es entendido como el símbolo de la temida impotencia masculina. 

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